“Tenemos que lograr competitividad para exportar nuestros productos”

En un contexto económico en el que el sector industrial argentino atraviesa un momento muy delicado, el joven Astillero Río Paraná Sur (ARPS) no se detiene y continúa con su constante crecimiento apostando a la innovación y al valor agregado para conquistar nuevos mercados.

Al respecto, Marcos De Monte, vicepresidente de la empresa, recibió a serindustria.com.ar en las oficinas ubicadas en la ciudad de La Plata, donde realizó un balance sobre los trabajos realizados durante este año, entre los que se destacan siete barcos pesqueros de última tecnología que se incorporarán a la flota comercial de Rawson, provincia de Chubut. Además, destacó la potencialidad de la Hidrovía Paraná-Paraguay.

Pregunta: Estamos transitando los últimos días del 2018. ¿Qué balance hacen desde la empresa?

Respuesta: En realidad tengo que empezar por el 2017. ARPS está ubicado en la ciudad de Lima, pleno corazón de la Hidrovía Paraná-Paraguay, por lo cual nuestros primeros proyectos estuvieron centralizados en el cambio de la normativa de doble fondo para las barcazas de transporte de combustible, por lo cual desde que iniciamos en diciembre de 2015 hasta casi todo el 2017 estuvimos abocados prácticamente a eso.

Pero terminando el 2017 comenzamos a diversificar la producción, a reunirnos con armadores en el sur, fundamentalmente en Rawson, por el tema de la pesca y ahí empezamos a trabajar bastante fuerte en ese sector.

P: ¿Cuáles fueron las razones que los llevaron a tomar esa decisión?

R: Decidimos diversificar la producción y para nosotros fue una decisión clave apuntar al sector de la pesca porque tiene mucho dinamismo, está funcionando muy bien. Tuvimos bastante trabajo, realizamos mucha inversión porque todos los proyectos que hemos desarrollados son de nuestra ingeniería y por suerte está dando sus frutos.

Sumado a que la Hidrovía ha tenido un año bastante malo, viene de años bastantes malos, pero con el tema de la sequía más la baja del nivel del río que complicó la navegación al norte, hicieron que haya estado bastante flojo lo que es el transporte por allí. Notamos bastante fuerte el impacto en lo que es reparaciones donde estamos trabajando en areneros, pero poco en barcazas.
P: ¿De cara al 2019 en qué proyectos están trabajando?

R: Hoy tenemos siete barcos de pesca costera de 9.90 metros en fabricación, hasta fin de este año tenemos esas botaduras. Después tenemos dos barcos fresqueros para langostinos en construcción, uno de 20.80 metros y otro de 26.80 metros, que serán botados entre mayo y julio del 2019. Todos los proyectos en los cuales estamos trabajando están relacionados al langostino que hoy es la vedette de los productos del mar en el sur. Tanto es así que en 2017 se exportó en valor total más langostinos que carne vacuna. Además, estamos desarrollando un empujador a gas para el transporte en la Hidrovía. Ya tenemos un modelo y estamos trabajando con distintos armadores para poder construir el primer prototipo. Este es uno de los cambios que se están viendo en la industria del transporte a nivel mundial. Ya hay normativas en la Unión Europea con lo cual los combustibles van a tener que ir cambiando. En los próximos la transformación será muy grande, ya empezó y se va a ver cada vez más fuerte el tema del consumo de gas. En Argentina tenemos la particularidad de que, con Vaca Muerta, que se ha exportado gas a Chile. Habrá superávit y eso nos permite pensar en la utilización del gas como combustible dentro de la Hidrovía, situación que podría hacer reducir costos, consumo de combustible y emisiones gaseosas. Eso sería fantástico para nuestro país.

P: ¿La Hidrovía no funciona sólo por causas naturales o por ineficacia de los organismos gubernamentales?

R: Un poco de las dos cosas. A las condiciones naturales se les suma el veto a artículos claves de la ley de marina mercante y la de industria naval, por lo cual no se ha podido eliminar las grandes diferencias que hay con Paraguay, que es quien hoy concentra la flota del río.

P: ¿Es necesaria una reforma impositiva para poder competir con Paraguay?

R: Sí, la asimetría con Paraguay es abismal. Ellos tienen niveles de impuestos muchísimos más bajos que los nuestros, por eso es un sector que en algún punto hay que incentivarlo. La ley trataba de eliminar esas desigualdades, pero no se logró.

La urgencia económica en Argentina, hizo que haya que vetar al momento de reglamentar puntos claves como eran el financiamiento y bonos fiscales. De todas formas, eso es un detalle, porque los astilleros paraguayos han estado prácticamente sin actividad. Pero a contracara de todo eso, se está hablando que a partir del año que viene, gracias a una cosecha récord en el país, si la naturaleza lo permite y fundamentalmente el desarrollo de las mejoras de los costos, para la región sur de Brasil le será más conveniente enviar por el río lo que antes enviaban en camión al puerto de Santos, lo empiecen a bajar hacia el complejo oleaginoso de Rosario. Eso haría ubicar una cantidad de carga comparativamente igual a lo que hoy está exportando Paraguay en su conjunto a la Hidrovía, por la cual el volumen crecería significativamente. También a futuro las proyecciones siguen siendo las mismas, la demanda de alimentos va a seguir creciendo al igual que la actividad en la Hidrovía, aunque se hicieran las cosas mal.
P: ¿Cómo ves a la industria naval en general?

R: El sector está en sintonía con todo lo que es la industria nacional. Atravesamos una etapa compleja, los costos son muy elevados y nuestros clientes están afectados por esta situación. Es una situación difícil. Dentro de eso, pudimos encontrar la manera de mantenernos con un buen nivel de actividad, aunque podría ser mayor a lo que tenemos, sin lugar a dudas. Contamos un montón de inversiones planeadas más allá de las que estamos haciendo, seguimos mejorando nuestras capacidades productivas, pero hoy es muy difícil. Prácticamente no hay líneas crédito y las propias inversiones locales son difíciles de llevar porque no hay apalancamiento.

También es necesario adaptarse a los cambios tecnológicos. Por ejemplo, vemos el conflicto entre los taxistas y Uber…eso no es más que una tendencia que se va a ir dando cada día más fuerte en cualquier actividad de consumo. Hoy a la gente tiene acceso a la información, puede estar al tanto de todos los detalles, por eso quien no vea ese cambio le va a ser difícil adaptarse en el futuro. Lo que nosotros tratamos de hacer es eso, no decir ‘este es mi producto y el que quiera que me lo compre’, sino desarrollar a medida y adaptarnos a los tiempos. Por eso estamos hablando muy fuertemente en el concepto del Astillero 4.0. Todo ese dinamismo hay que ir lográndolo, porque va a ser un diferencial en el futuro y quien no pueda hacerlo o no tenga la capacidad va a estar complicado.

P: Planteás la posibilidad de exportar a España por ejemplo…

R: Eso es algo en lo que estamos trabajando muy fuerte desde hace tiempo, a pesar de nuestra corta historia, estamos convencidos de que nuestro mercado no está solo en Argentina y la Hidrovía. Tenemos que ser capaces de exportar nuestros productos, como astillero y debería ser toda la producción nacional. Debemos lograr competitividad para poder exportar nuestros productos. Los beneficios fiscales tienen que estar, pero uno tiene que lograr desarrollo, competitividad e innovación, para tener una serie de productos que se puedan vender al mundo en igualdad de condiciones. Lo que siempre digo es que hasta al día de hoy todos los barcos de pesca en Argentina se compraron en España. Este año estuve en Vigo y pude ver que nuestros productos son totalmente competitivos allá. ¿Por qué a partir de ahora no empezamos a revertir esa situación?

P: ¿Se ha avanzado en este sentido?

R: Hay muchos astilleros argentinos que han exportado barcos. Prácticamente en la década de los 90 la industria naval desapareció. Ahora está reflotando nuevamente. La idea es volver a hacerlo, la capacidad está.

P: ¿En cierta forma la devaluación permite ser más competitivos en el mercado internacional?

R: Sin entrar a discutir la forma en que se llevó a cabo esta devaluación, si estuvo bien o mal, nuestro sector requiere mucha mano de obra con lo cual esta situación que hace que el valor en dólares sea más económico, beneficia nuestra estructura de costos, por lo cual nos pone más competitivos para poder trabajar en el exterior.

Por Gabriel Ríos Malan.
Fuente: www.serindustria.com.ar